Utilizar aceite de oliva es ahorrar

En momentos de crisis económica debemos priorizar los recursos a nuestro alcance e intentar ahorrar lo más posible. Sin embargo, tenemos que ser muy cuidadosos en dónde ahorramos.

Los últimos datos de la Agencia para el Aceite de Oliva y del Panel de Consumo Alimentario del Ministerio de Agricultura confirman las previsiones: por un lado, la subida de precio del aceite por las malas cosechas de la oliva y, por otro, la crisis económica están ocasionando una disminución en el consumo de aceite de oliva.

De todos es sabido las propiedades saludables del aceite de oliva. Al estar constituido principalmente por ácido oleico (ácido graso monoinsaturado), nos ayuda a reducir el colesterol-LDL (Colesterol malo) y a aumentar el colesterol-HDL (Colesterol bueno). También contiene antioxidantes (compuestos fenólicos, vitamina E, etc.) que  nos protegen de la oxidación, reducen la presión arterial y la inflamación, disminuyen la tendencia de la sangre a formar trombos y además pueden prevenir el deterioro cognitivo.

Todo ello demuestra la gran importancia que tiene el aceite de oliva para prevenir la enfermedad cardiovascular y mental. Invertir en la prevención de la enfermedad hoy, será ahorrar en la cura del mañana.

Ahorrar con aceite de oliva

Según la creencia popular, freír con aceite de oliva es desperdiciar aceite y malgastar el dinero. Dado que el aceite de oliva es más caro que otros aceites vegetales, siempre se ha considerado que es más económico freír con aceite más barato. Sin embargo freír con aceite de oliva es más económico que hacerlo con otras grasas:

  • El aceite de oliva es una grasa más estable que los otros aceites de semillas, pues es más rico en ácido oleico, (grasa monoinsaturada) así como en vitamina E y polifenoles que lo protegen de la oxidación y de los fenómenos de degradación.
  • Tiene un punto de humo mayor que los otros aceites (es decir, soporta temperaturas más altas) lo que permite obtener más rendimiento del aceite en las frituras y ser reutilizado.
  • Estas propiedades físico-químicas del aceite de oliva hacen que no se deteriore con las altas temperaturas de la fritura y no produzca elementos tóxicos, como ocurre con otros los aceites de semilla.
    Las temperaturas críticas de descomposición de las grasas usadas habitualmente para freír son:

    • Aceite de Oliva: 210º C
    • Aceite de Girasol y aceite de Soja: 170º C
    • Aceite de Colza y aceite de Maíz: 160º C
    • Margarina: 150º C
    • Mantequilla 110º C
  • La fritura con aceite de oliva virgen impregna muy poco los alimentos fritos con lo que se ahorra en cantidad de aceite.
  • Es importante utilizar una grasa saludable, ya que cuando se fríe el aceite penetra en el interior. El aceite de oliva hace que el alimento se enriquezca con ácido oleico, ácido graso monoinsaturado, bueno para nuestra salud cardiovascular.

De esta manera vemos que el aceite de oliva además de saludable es muy rentable. Por lo que debe continuar siendo la grasa culinaria fundamental de la dieta española.