Tratamiento dietético
Una alimentación adecuada es clave en el tratamiento de la HF y en la prevención de la ateroesclerosis. Además de reducir el colesterol y los triglicéridos, la alimentación tiene otros efectos beneficiosos sobre la pared vascular. La alimentación debe tener un aporte energético adecuado para perder peso en el caso de sobrepeso u obesidad. Las distintas recomendaciones nacionales e internacionales sugieren un aporte de grasa total de un 30 a 35%, con menos del 10% de aporte en grasa saturada y hasta un 20% de aporte en grasa monoinsaturada. El aporte de colesterol debe ser inferior a 300 mg/día, y debe incrementarse el aporte de carbohidratos complejos. En función de la dieta basal y de la disminución en el aporte de grasa saturada se pueden obtener reducciones en el c-LDL de un 10 a un 20%. Además, la dieta puede ayudar a reducir el peso, aumentar la ingestión de sustancias antioxidantes y disminuir la tensión arterial y la resistencia a la insulina. Un aumento en la ingesta de ácidos grasos monoinsaturados (especialmente del aceite de oliva) similar a la dieta Mediterránea disminuye la oxidación y puede prevenir el desarrollo de aterosclerosis y disminuir el riesgo de trombosis. En los niños, las medidas dietéticas recomendadas para los adultos, se pueden comenzar a partir de los 2 años de edad.
Además de las modificaciones en la alimentación, se puede añadir una serie de alimentos “funcionales” que contienen sustancias como los esteroles vegetales, que ayudan a reducir el colesterol.
Decálogo para una dieta saludable
Esteroles vegetales
Los esteroles vegetales son componentes naturales de las plantas que se encuentran en aceites vegetales de consumo habitual como son la soja, girasol, maíz y oliva. Impiden la absorción intestinal del colesterol de la dieta, por lo que tiene un efecto reductor del mismo. En España, están incorporados en margarina, leche y yogur. La dosis recomendada es de 2 gr/día, que equivalen en alimentos enriquecidos a: 20-25 gr de margarina, 50 ml de bebida láctea o un miniyogur líquido.
Después de dos semanas de consumo, el c-LDL puede disminuir un 10-12%. Se pueden tomar solos o asociados al tratamiento farmacológico con estatinas. Pero siempre se debe consultar o informar al médico. También, se debe tener en cuenta que los alimentos enriquecidos con esteroles o estanoles vegetales no están libres de calorías. Por lo tanto, para compensarlas necesitará restringirlas en otros alimentos.
Más información sobre los esteroles vegetales
Evitar el tabaco
El consumo de tabaco, representa unos de los principales factores de riesgo de infarto de miocardio, de cáncer de pulmón y de bronquitis crónica entre otros. El tabaco acelera el ritmo del corazón, aumenta la presión arterial y contribuye al desarrollo de la ateroescloerosis con el consiguiente riesgo de infarto, trombosis cerebral y mala circulación de las piernas.
El tabaco es más peligroso en las personas con hipercolesterolemia familiar. La expectativa de vida disminuye en estas personas de 12 a 15 años, mientras que en la población en general ésta disminuye de 2 a 4 años. Esto se debe a que aumenta unas 4 veces el riesgo de desarrollar una enfermedad coronaria. Por lo tanto, el abandono del tabaco es especialmente beneficioso en las personas con HF y cuanto más joven mejor.
El abandono del hábito de fumar requiere preparación y mentalización personal. Se debe establecer una fecha concreta para dejar de fumar, procurando que nada lo modifique. Y debe ayudarse realizando ejercicio físico. Si desea dejar de fumar, solicite el consejo de su médico.
Prevención y tratamiento del tabaquismo
Evitar el consumo excesivo de alcohol
El consumo excesivo de alcohol puede tener serias consecuencias en la salud. Puede dañar el corazón, el hígado y el cerebro. Además, puede contribuir a aumentar la presión arterial y las cifras de triglicéridos. Evitar el consumo de alcohol es especialmente importante si además se tiene esteatosis hepática (infiltración grasa del hígado) u otra enfermedad hepática. Además el alcohol aumenta la síntesis de triglicéridos en el hígado, y puede interactuar negativamente con algunos fármacos.
Una copa de vino tinto en las comidas puede tener un efecto protector en algunas personas. Este efecto estaría determinado especialmente por unos componentes minoritarios que actúan como antioxidantes naturales.
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