Obesidad infantil: una pandemia creciente

La epidemia de obesidad infantil sigue siendo un importante desafío de salud pública en todo el mundo. Los niños con sobrepeso y obesidad tienen más probabilidades de convertirse en adultos con obesidad y de desarrollar enfermedades como la diabetes, la enfermedad cardiovascular y el hígado graso a una edad más temprana que los niños que tienen un peso saludable. También hay un mayor riesgo de desarrollar cánceres, muerte prematura y discapacidad en edades más tardías de la vida. Intervenciones a nivel escolar junto con el compromiso político y medidas dirigidas a controlar la publicidad y una regulación sobre los alimentos ultra procesados son fundamentales para su prevención.

Las causas de la obesidad infantil son complejas y multifactoriales, incluyendo causas sociales, conductuales, ambientales y factores genéticos que operan a lo largo del curso de la vida. Abordar esta compleja enfermedad también requiere un enfoque multifactorial, que incluya políticas que ayuden a promover alimentos más saludables y actividad física, programas dentro de instituciones como las escuelas que pueden disminuir algunos de los incentivos hacia comportamientos poco saludables e intervenciones clínicas que ayuden tanto a prevenir como a tratar la enfermedad. En la mayoría de los países, un enfoque tan amplio ha sido difícil de alcanzar debido a la falta de voluntad política y coordinación entre los diferentes sectores.

Es crucial que los determinantes comerciales y políticos de la obesidad en los jóvenes también se analicen y traten de resolverse. Hay que regular los alimentos ultra procesados, así como el marketing agresivo de compañías de bebidas que generan miles de millones de dólares y contribuyen a estilos de vida dietéticos poco saludables. Solo recientemente, aunque de manera parcial se han implementado políticas regulatorias, como el impuesto a la industria de refrescos, ahora establecido en más de 50 países.

Las políticas gubernamentales a menudo ignoran la importante cuestión de las disparidades socioeconómicas en las personas con obesidad. A pesar de los impuestos al azúcar, las prohibiciones de la comida basura en la publicidad y numerosas campañas que estimulan una alimentación saludable, los niños que residen en las áreas más desfavorecidas de los países occidentales tienen ahora más del doble de probabilidades de tener obesidad que los que viven en las áreas menos desfavorecidas.

Intervenciones contra la obesidad infantil

Un estudio reciente ha mostrado la eficacia de una intervención múltiple para prevenir la obesidad en niños de primaria (8 a 10 años de edad) en 3 regiones geográficas de China de distintos niveles socioeconómicos. Se realizaron dos intervenciones sobre el grupo de niños objeto del estudio, para promover comportamientos saludables. Se intervino a nivel individual a través de lecciones de educación para la salud, refuerzo de la actividad física y control del peso, así como a nivel familiar y escolar, involucrando a las familias y las escuelas para apoyar los cambios de comportamiento saludables de los niños. El grupo control no recibió la mencionada intervención.

Después de 9 meses de seguimiento, la intervención resultó satisfactoria, reduciendo el índice de masa corporal y la obesidad respecto al grupo control. Estos efectos fueron consistentes en los diferentes niveles socioeconómicos, regiones y sexo. Por otra parte, la intervención mejoró otros aspectos en los comportamientos dietéticos y sedentarios, así como aumentó los conocimientos en relación a la obesidad. En conjunto, los hallazgos de este estudio refuerzan la noción de que las intervenciones en la obesidad infantil que incorporan un contexto más amplio más allá del individuo (por ejemplo, el entorno familiar y escolar) pueden proporcionar mayores reducciones en el peso corporal de los niños. Además, se realizaron cambios para disminuir el acceso a alimentos poco saludables y el personal escolar recibió formación para promover comportamientos saludables.

Aunque no hay una solución rápida para un problema tan multifactorial y generalizado como la obesidad en niños y adolescentes, resulta lógico considerar a las escuelas como lugares muy apropiados para implementar intervenciones en la obesidad infantil. Los niños pasan gran parte de su día en la escuela, pudiendo resultar un lugar muy adecuado para llevar a cabo una educación nutricional integral en la mejora de la dieta junto a la práctica de actividades deportivas en sus instalaciones. Sin embargo, se necesita un compromiso político y administrativo para apoyar e implementar este tipo de intervenciones escolares que requieren tiempo y esfuerzo.

Las tasas mundiales de obesidad infantil han alcanzado niveles de crisis que requieren medidas amplias y urgentes para disminuir y prevenir su aparición. Estas medidas también contribuirían a disminuir el importante gasto sanitario y social.

Fuente: Adaptado de JAMA Pediatr. doi:10.1001/jamapediatrics.2021.4375. The Lancet Diabetes & Endocrinology January 2022