Menú contra la deshidratación
En verano, las altas temperaturas pueden facilitar la deshidratación si no se toman las debidas precauciones. La ingesta adecuada de agua es fundamental para prevenir la deshidratación aunque a veces resulta difícil llegar a satisfacer los requerimientos diarios, sobretodo en grupos de riesgo como los ancianos o los niños cuya sensación de sed se encuentra disminuida.
Esta semana os proponemos un menú saludable que además de refrescarnos, nos ayudará a hidratarnos. Comenzamos con una sopa fría de pepino y sandía, el pepino es una hortaliza con un contenido en agua muy elevado (95%) lo que hace que además sea un alimento muy poco calórico, contiene gran cantidad de minerales como potasio, magnesio, hierro, calcio y fósforo que favorecerán la hidratación. La sandía también es un alimento muy hidratante gracias a su elevado contenido en agua (93%), dos tajadas grandes de sandía equivalen a un vaso de agua, además contiene licopeno que actúa como un potente antioxidante.
El segundo plato de nuestro menú semanal son unas sardinas guisadas con verduras, la sardina es un pescado azul muy rico en ácidos grasos omega-3 que ayudan a proteger nuestro corazón ya que previenen la aparición de arritmias, reducen la presión arterial, disminuyen la tendencia a formar trombos pueden reducir nuestros niveles de triglicéridos con lo que es un pescado muy recomendable para prevenir la enfermedad cardiovascular.
Para cerrar este menú continuaremos con los gazpachos, esta vez de melón. Esta fruta es de la misma familia que el pepino por lo que no es de extrañar que comparta muchas de sus propiedades. El melón contiene también gran cantidad de agua (80%) y muy pocas kilocalorías. Además cuanto más anaranjada sea la pulpa, mayor contenido en beta-caroteno tendrá por lo que además de ser un alimento estupendo para hidratarnos, nos proporciona vitaminas y antioxidantes.
Sopa fría de pepino y sandía
Ingredientes :
2 pepinos pequeños, 1 kg de sandía, 100 g de pan, aceite de oliva virgen 25 ml, vinagre.
Preparación :
Pelar la sandía, quitarle las pepitas y trocearla. Colocarla en una jarra, triturarla hasta que quede con textura crema y meter en el frigorífico para que se enfríe. Trocear el pepino con piel. Colocarlo en una jarra junto con el pan remojado en agua, el aceite y un chorro de vinagre y triturar con la batidora. Introducir en el frigorífico. Servir en plato sopero, primero la crema de pepino y después, en el centro, la crema de sandía.
Sardinas guisadas
Ingredientes :
500 g de sardinas, 4 tomates, 2 pimientos verdes, 1 cebolla, 1 diente de ajo, 25 ml de aceite de oliva virgen.
Preparación :
Picar la cebolla, el ajo, los pimientos y el tomate. Rehogar toda la verdura con el aceite. Cuando esté pochada colocar parte en una fuente de horno. Limpiar las sardinas quitándole las espinas, tripa y cabeza. Las sardinas abiertas las colocamos sobre la capa de verduras y las cubrimos con otra capa de verduras. Meter en el horno precalentado a 180ºC durante 10 minutos.
Gazpacho de melón
Ingredientes :
1 melón, 1 tomate, 1 melocotón.
Preparación :
Pelar el melón y cortarlo en trozos. Meter la mayor parte en una jarra junto con el tomate sin piel y triturarlo. Servirlo en un plato hondo. La otra parte del melón cortarlo en trocitos. Pelar el melocotón y cortarlo en trozos pequeños. Juntarlos con los trozos de melón y colocarlos sobre el gazpacho de melón. Servir frío.
Valor nutricional total del menú (por ración)
Energía: 670 kcal
Proteínas: 32 gr. (19%)
Hidratos de carbono: 84 gr. (50%)
Grasas totales: 23 gr. (31%)
Saturados: 5 gr. (7 %)
Monoinsaturados: 12 gr. (16%)
Poliinsaturados: 4 gr. (5%)
Colesterol: 100 mg
Fibra: 11 g
Sodio: 285 mg
Comida tipo de un día, planificada para una dieta de 2.000 kcal, con una distribución de principios inmediatos equilibrada, un aporte graso principalmente de origen monoinsaturado y un bajo contenido en grasas saturadas, sodio y colesterol. Esta comida incluye 30 g de pan blanco (una pulga).
TRUCO
Deshacernos del olor a sardinas de las manos
Como hemos podido ver, las sardinas son un alimento muy saludable, sin embargo el olor tan desagradable que se queda en las manos después de limpiarlas hace que a veces tengamos reparo en cocinarlas. Para eliminar el olor podemos partir un limón por la mitad y frotarnos con él las manos. Después exprimimos ese mismo limón y mezclamos su zumo con agua en un recipiente e introducimos las manos de nuevo mientras nos las frotamos. Por último nos enjuagamos con agua templada.