Melchor Rojo Abad

57 años
Vecino de Madrid; nacido en Zael (Burgos)

Melchor ha sido uno de los inspiradores de la jornada que se ha vivido en su lugar de nacimiento, Zael (Burgos). A él le descubrieron el colesterol excesivamente alto cuando comenzaron los análisis médicos en su empresa, allá por el año 1978. Cuando lo supo, fue al médico de cabecera y estuvo un año a régimen, sin resultado. Afortunadamente, su empresa, una gran compañía, tenía un asesor médico que supo ver que su problema era genético y desde entonces está en tratamiento. Tiene tres hijos, de los cuales dos han heredado la HF. En su casa, evitan las grasas («aunque siempre se pasa uno», reconoce resignado), apenas se come dulce, tienen cuidado de utilizar productos lácteos desnatados… Sus dos hijos afectados, un chico de 25 años y una muchacha de 17, ya toman dosis pequeñas de fármacos contra el colesterol, y «lo llevan bien, no les está costando nada», según Melchor, porque desde hace años se habla en casa de este asunto, que han asumido con naturalidad.

Melchor nació en Zael y es pariente lejano de una de las familias afectadas gravemente por la HF en aquella localidad. De la jornada que vivió allí con la Fundación rememora las dificultades para atender a tanta gente como se presentó. Pero al final, recuerda la experiencia con satisfacción, sobre todo cuando piensa que en su pueblo la gente, en general, se cuida para evitar los problemas que podrían derivarse de la hipercolesterolemia. Como él mismo, que pese a padecer la HF, no ha sufrido nunca un episodio cardiovascular.