Los sustitutos del azúcar no ayudan a controlar el peso y pueden aumentar el riesgo de enfermedad cardíaca y diabetes
Como la demanda de sustitutos del azúcar sigue aumentando, la Organización Mundial de la Salud (OMS) advierte contra el uso de estos aditivos para controlar el peso o controlar las enfermedades no transmisibles. De hecho, el consumo continuo puede aumentar el riesgo de enfermedades cardiovasculares, diabetes tipo 2 e incluso la muerte, según la nueva recomendación de la agencia internacional.
Los edulcorantes sin azúcar «no son factores dietéticos esenciales y no tienen valor nutricional», según ha advertido la OMS, en un comunicado. «Las personas deben reducir el consumo de azúcar y sustitutos en la dieta, comenzando temprano en la vida, para mejorar su salud». Aunque se centra en los riesgos de los edulcorantes sin azúcar, la guía reconoce que consumir demasiada azúcar está relacionado con la obesidad. Casi dos mil millones de adultos y más de 340 millones de niños y adolescentes tienen sobrepeso u obesidad, según las estimaciones más recientes de la OMS. Y la obesidad está relacionada con varias enfermedades no transmisibles como la diabetes y la enfermedad cardiovascular entre otras.
Si bien los sustitutos del azúcar a menudo se promocionan por tener menos calorías que el azúcar, o ninguna caloría, no está claro si el uso a largo plazo puede ayudar a perder peso o a controlarlo. Y la acumulación de evidencias demuestra que los edulcorantes sin azúcar podrían tener efectos desfavorables sobre los factores de riesgo de enfermedad crónica.
La guía se aplica a los edulcorantes artificiales y naturales no clasificados como azúcar, como el aspartamo, la sacarina, la stevia y la sucralosa, pero no a los alcoholes de azúcar o azúcares bajos en calorías. Tampoco se aplica a medicamentos o productos de higiene y cuidado personal, que a veces contienen trazas de sustitutos del azúcar. Por lo tanto, el uso o consumo de edulcorantes sin azúcar significa consumir alimentos y bebidas que contienen sustitutos del azúcar o se añaden a dichos productos.
En adultos, el consumo de edulcorantes sin azúcar durante períodos cortos de tiempo, se asoció con un menor peso e índice de masa corporal. Sin embargo, el uso a corto plazo no mejoró otros indicadores de la salud cardiometabólica, como los niveles de glucosa o insulina. En los estudios de cohortes prospectivos, incluidos los que siguieron a los participantes durante una década, un mayor uso de edulcorantes sin azúcar se correlacionó con un mayor riesgo de obesidad, diabetes tipo 2, varias enfermedades cardiovasculares, incluido el accidente cerebrovascular y muerte por cualquier causa.
En niños, no se encontró una relación significativa entre el consumo de edulcorantes sin azúcar y la mejora de los resultados de salud.
En embarazadas, un mayor uso de edulcorantes se asoció con un mayor riesgo de parto prematuro. Y no está claro si el peso de la descendencia al nacer o más adelante en la vida se puede ver afectado.
La guía reconoce que la mayoría de los hallazgos no tienen una evidencia sólida y el efecto a menudo es pequeño. Por lo tanto, la guía se designa como una recomendación y la OMS no está segura de sí los beneficios de evitar los sustitutos del azúcar superan los riesgos en la mayoría de los casos. Sin embargo, la directriz sigue siendo importante dado que el uso de edulcorantes está aumentando.
La conclusión de la guía, es que cuando sea posible se opte por alimentos y bebidas sin azúcar. También recomienda que los responsables políticos se centren en reducir el consumo de azúcar y sus sustitutos en lactantes y niños pequeños. Es alentador que con el auge actual de los medicamentos para controlar el peso, esta directriz recaiga más hacia las recomendaciones dietéticas, una de las herramientas que conforman la base para el control del peso.
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