Las estatinas no aumentan el riesgo de diabetes

Las estatinas son la primera línea de tratamiento para reducir los eventos cardiovasculares en personas con y sin diabetes que tienen hipercolesterolemia. Algunos estudios han sugerido que el tratamiento con estatinas se asocia con un riesgo ligeramente mayor de aparición de diabetes tipo 2. Sin embargo, estudios recientes nos dan una respuesta tranquilizadora a las preguntas sobre la terapia con estatinas y la aparición de diabetes, tanto en pacientes con hipercolesterolemia familiar como en la población general.

Un amplio estudio o metanálisis de datos de participantes de ensayos clínicos aleatorizados a largo plazo, ha evaluado los efectos de las estatinas sobre la aparición de diabetes tipo 2 y el empeoramiento de la glucemia con un enfoque más fiable. Las personas con un inicio temprano de diabetes o con niveles elevados de glucosa plasmática son las que tienen mayor riesgo de desarrollar una diabetes.

Entre los pacientes sin diabetes, el aumento medio en la concentración de glucosa fue de 1 mg/dL para la terapia con todas las dosis de estatinas comparado con placebo. En aquellos con diabetes preexistente, las estatinas de intensidad baja o moderada resultaron en un aumento relativo del 10% del riesgo de empeorar la glucemia, siendo el aumento medio de la glucosa de 2,2 mg/dL. Y las estatinas de intensidad alta resultaron en un empeoramiento relativo del 24% de la glucemia, con un aumento medio de la glucosa de 4 mg/dL.

Este metaanálisis muestra que las estatinas ejercen un efecto dosis-dependiente leve sobre los niveles de glucosa plasmática, que puede dar lugar a un diagnóstico de diabetes, en particular entre sujetos que ya están cerca del umbral de diagnóstico bioquímico. Por otra parte, cualquier efecto adverso teórico de las estatinas sobre el riesgo cardiovascular que pueda surgir de pequeños aumentos de la glucemia ya se tiene en cuenta en la reducción general del riesgo cardiovascular demostrada con las estatinas. Por lo tanto, es poco probable que estos resultados afecten negativamente a las recomendaciones de prescripción de las estatinas.

Respecto a los pacientes con hipercolesterolemia familiar (HF) que necesita tratamiento de por vida con dosis altas de estatinas, un estudio previo de la cohorte SAFEHEART mostró que el tratamiento crónico con dosis altas de estatinas no aumenta el riesgo de desarrollar diabetes tipo 2 en pacientes que habían tomado estatinas durante más de 5 o 10 años. Los predictores del desarrollo de diabetes fueron el aumento de la edad (rango 50-75 años), la presencia de sobrepeso y los niveles de glucosa plasmática previos. En conclusión, los pacientes con HF que toman dosis altas de estatinas pueden estar razonablemente tranquilos de que no corren un mayor riesgo de desarrollar diabetes, especialmente si evitan la obesidad mediante medidas preventivas, como una dieta prudente y ejercicio regular.

Otro estudio reciente en pacientes con HF ha demostrado que la obesidad aumenta notablemente el riesgo de diabetes tipo 2 junto con la edad avanzada y el uso de estatinas, siendo la obesidad la que mostró la asociación más fuerte. Dada la importancia de las estatinas y la naturaleza prolongada del tratamiento necesario para reducir el alto riesgo de enfermedad cardiovascular, en la toma de decisiones compartida entre el médico y el paciente se debe destacar que, en comparación con la obesidad, los efectos adversos de las estatinas sobre el riesgo de diabetes tipo 2 son leves en los sujetos con HF. Por lo tanto, controlar la obesidad es esencial para evitar la aparición de diabetes tipo 2 en esta población de pacientes.

Adaptado de: Lancet Diabetes Endocrinol 2024;12:306–19. International Journal of Cardiology 2015;201:79–84. Lancet Diabetes Endocrinol 2024; 12: 811–23