Las dietas basadas en plantas son mejores para la salud y para el clima
Las dietas vegetarianas y veganas están relacionadas con niveles más bajos de colesterol en la sangre, según un análisis de la evidencia de ensayos aleatorios publicados desde 1982. Los autores del estudio, que se ha publicado en la revista European Heart Journal, señalan que esto significa que las dietas basadas en plantas pueden desempeñar un papel importante en la disminución de la ateroesclerosis, reduciendo el riesgo de enfermedad cardiovascular.
Los investigadores de Dinamarca analizaron 30 ensayos aleatorios con un total de 2.372 participantes, publicados entre 1982 y 2022, que cuantificaron el efecto de las dietas vegetarianas o veganas frente a las dietas omnívoras en los niveles de todos los tipos de colesterol (colesterol total), colesterol LDL y triglicéridos.
Se encontró que las dietas vegetarianas y veganas se asociaron con una reducción del 14% en todas las lipoproteínas que contribuyen a la obstrucción de las arterias. Este efecto resultaría en una reducción del 7% en el riesgo de enfermedad cardiovascular en alguien que mantuvo una dieta basada en plantas durante cinco años. La reducción del riesgo cardiovascular debido al tratamiento con estatinas es superior al producido por las dietas basadas en plantas para reducir los niveles de colesterol. Sin embargo, un régimen no excluye al otro, y es probable que la combinación de estatinas con dietas basadas en plantas tenga un efecto sinérgico, lo que resulta en un efecto beneficioso aún mayor.
Si la población comienza a tomar dietas vegetarianas o veganas desde una edad temprana, el potencial para reducir el riesgo de enfermedad cardiovascular es sustancial. El estudio mostró resultados similares en todos los continentes, edades, diferentes rangos de índice de masa corporal y entre personas con diferentes estados de salud. Los participantes de los 30 estudios se asignaron al azar para seguir una dieta vegetariana o vegana o para continuar con una dieta omnívora (que incluye carne y productos lácteos).
Estudios sistemáticos recientes también han demostrado que si las poblaciones de los países con ingresos elevados cambian a dietas basadas en plantas, se puede reducir las emisiones netas de gases de efecto invernadero entre un 35% y un 49%. Las dietas basadas en plantas son instrumentos clave para cambiar la producción de alimentos a formas más sostenibles desde el punto de vista ambiental, al tiempo que reducen la carga de las enfermedades cardiovasculares. Por lo tanto, deberíamos tomar una dieta variada y rica en plantas. En este sentido la dieta mediterránea es rica en alimentos de origen vegetal, y está demostrado que es beneficiosa en la prevención de la enfermedad cardiovascular.
Los resultados se suman al cuerpo de evidencia que apoya los efectos favorables de los patrones dietéticos veganos y vegetarianos saludables sobre los niveles circulantes de colesterol, que podrían reducir el riesgo de enfermedad cardiovascular. Sin embargo, no es necesario omitir por completo alimentos como carne magra, aves y pescados para seguir un patrón dietético recomendado. En todo caso, reducir el consumo de dichos alimentos es una opción razonable para aquellos que prefieren hacerlo.
Fuente: Adaptado de European Heart Journal, Junio 2023
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