Las claves para perder peso

Como habitualmente ocurre cada año, las navidades producen excesos en la mesa y en él peso. Turrones, mazapanes, carnes grasientas, frutos secos, copas de toda clase y para finalizar el roscón. Por eso, al empezar un año siempre estamos cargados de buenos propósitos, especialmente para perder peso y mejorar nuestra salud. Cuando el objetivo es adelgazar, la solución es clara: dieta saludable y ejercicio. Por muy sanos y poco calóricos que sean los platos del régimen, hay que tomarlos con mesura

Pero en realidad ¿qué alimentos debemos consumir en mayor medida? ¿Cuáles son aquellos que no deben faltar nunca en nuestra dieta? Está claro que una ensalada, pero, cuidado con los aderezos que suman calorías de más. La ensalada engorda menos que una hamburguesa doble con beicon, pero no es lo mismo  si te comes un bol entero que si aprendes a tomar raciones pequeñas.

Las frutas y verduras nunca deben faltar en la mesa

Algunos de los alimentos que no deben faltar nunca en nuestra dieta son las frutas y las verduras, consumo que debe extenderse más en los jóvenes. Tal es así que según la última Encuesta Europea de Salud en España, seis de cada 10 personas afirman comer fruta a diario, siendo menor en jóvenes, ya que el consumo de estos alimentos aumenta con la edad: cuatro de cada 10 jóvenes de 15 a 24 años y ocho de cada 10 mayores de 75 años, consumen fruta diariamente.

Alimentos que tampoco deben faltar son legumbres, cereales, lácteos, huevos, pescados, especialmente pescado azul, carnes y frutos secos, incorporando siempre el aceite de oliva en crudo y para cocinar siempre. En cuanto al consumo de carne y pescado, ambas cosas hay que tomarlas regularmente. De pescado, es aconsejable tomar semanalmente en torno a tres-cuatro raciones, de las cuales al menos una debería ser de pescado azul. Las carnes rojas y muy grasas no son saludables por lo que si se toman, se aconseja hacerlo con mucha moderación. Sin embargo, las carnes de ave y el conejo son carnes muy saludables.

Evitar los dulces

Los dulces no son alimentos fundamentales en la dieta y no constituyen parte esencial de una alimentación saludable porque suelen aportar muchas calorías sin valor nutricional. Por tanto, se recomienda que su consumo sea ocasional, pero nunca como parte de la alimentación diaria.  

Disminuya el tamaño de las raciones.

Se puede reducir la cantidad de comida sin sentir que estamos haciendo un sacrificio. Tan sólo hay que seguir algunos sencillos consejos con los que se recortarán calorías sin apenas darnos cuenta. Lo que abarque nuestra mano debería ser la extensión de la ración. Es interesante que percibamos nuestra dieta como algo lleno de oportunidades más que de prohibiciones. Podemos reducir las cantidad de comida si utilizamos cucharas, platos y cuencos pequeños que nos ayudarán  a comer más despacio y en menor cantidad. También es importante  masticar más despacio.

Evitar el picoteo entre las comidas

Si tenemos que picar algo, que al menos sea saludable y poco calórico como las frutas. Una pieza de fruta suele tener menos de 100 Kilocalorías.

Beber con moderación

De esta forma evitaremos excesos perjudiciales para la salud y aprenderemos a controlar las cantidades de alcohol  y refrescos azucarados que consumimos, ya que tienen un importante aporte calórico.

Evitar las prohibiciones

No debemos obsesionarnos con comer menos alimentos, ni obligarnos a seguir dietas absurdas o a realizar una actividad física extenuante, ya que esto requiere una disciplina demasiado estricta como para mantenerlo en el tiempo

Elegir el lugar en que comemos

El lugar en el que comemos tiene un papel clave en las cantidades que nos servimos así como en la velocidad de la ingesta. Lo ideal es comer relajados y con tiempo para que podamos saborear y masticar adecuadamente los alimentos.

Cuando comemos fuera de casa

El gran problema surge cuando por motivos de trabajo comemos fuera de casa. En estos casos debemos evitar los aperitivos y entrantes. Y si elegimos tomar dos platos, el primero debe ser verduras y hortalizas. La opción más recomendable sería el plato único que tenga una composición nutricional equilibrada. Por ejemplo paellas y arroces, potajes y legumbres, pasta (macarrones con atún, espagueti marinera etc.). Finalmente si toma postre elija una fruta natural.