El sobrepeso y la obesidad se definen como una acumulación anormal o excesiva de grasa que puede ser perjudicial para la salud. El índice de masa corporal (IMC) es un indicador de la relación entre el peso y la talla que se utiliza normalmente para identificar el sobrepeso y la obesidad en la población adulta. Se calcula dividiendo el peso de una persona en kilos por el cuadrado de su talla en metros (kg/m2). Según la Organización Mundial de la Salud un IMC ≥25 determina sobrepeso y un IMC ≥ 30 determina obesidad. El riesgo de la obesidad depende en gran parte de dónde se localice la grasa, siendo la grasa abdominal la que más riesgo conlleva de padecer enfermedad CV. Para determinar si existe obesidad abdominal se utiliza la medida antropométrica del perímetro de la cintura. En la mujer, el límite superior se sitúa en 80 centímetros y en el hombre en 94 centímetros.
En España, el problema del exceso de peso está alcanzando cifras muy preocupantes, debido principalmente a los cambios en los hábitos dietéticos y al aumento del sedentarismo. Dos de cada tres hombres tienen sobrepeso y una de cada 5-6 personas presenta obesidad. Además, la obesidad y el sobrepeso infantil también van en aumento, el 19% de los niños españoles son obesos y la población infantil con sobrepeso se ha triplicado en los últimos 15 años.
Existe una relación directa entre el riesgo de mortalidad y el índice de masa corporal (IMC), que aumenta su pendiente cuando el IMC es superior a 30 kg/m². La obesidad está estrechamente relacionada con las enfermedades cardiovasculares y con frecuencia está asociada a la presencia de otros factores de riesgo cardiovascular (hiperlipemia, diabetes, HTA, resistencia insulínica, sedentarismo, etc.). La obesidad infantil está asociada con una mayor probabilidad de obesidad, muerte prematura y discapacidad en la edad adulta. Pero además de estos futuros riesgos, los niños obesos presentan dificultad respiratoria, mayor riesgo de hipertensión e insensibilidad a la insulina y marcadores tempranos de enfermedad cardiovascular, además de efectos psicológicos.
El sobrepeso y la obesidad pueden prevenirse con una alimentación saludable y ejercicio físico regular, y dado que la aparición de estos trastornos es cada vez más frecuente en edades tempranas, la educación sobre unos hábitos de vida saludables en la infancia será fundamental para su prevención.
Comentarios desactivados