El consumo excesivo de alcohol tiene efectos nocivos sobre la salud. Puede dañar el corazón, el hígado y el cerebro y además, puede contribuir a aumentar la presión arterial y las cifras de triglicéridos.
El consumo de bebidas alcohólicas no deberá superar los 20 g al día en varones y 10 g en mujeres. En términos orientativos conviene recordar que un vaso de vino (100 ml), una caña de cerveza (200 ml), una copa de coñac, whisky, anís, etc. (25 ml) media copa de un combinado (25 ml) y una copa de 60 ml de una bebida generosa como el jerez o el vermut contienen unos 8-10 g de alcohol.
Para calcular los gramos de alcohol que tiene una bebida se puede utilizar la siguiente fórmula:
$$\text{Gramos de alcohol}=\frac{\text{ml de la bebida }\cdot\text{ grados de alcohol }\cdot\,0,8}{100}$$
Por ejemplo: medio litro de vino de 12º sería = \(\frac{\text{500 ml }\cdot\text{ 12 }\cdot\,0,8}{100} \) = 48 gramos de alcohol
Es importante evitar su consumo en casos de hipertrigliceridemia, esteatosis hepática (infiltración grasa en el hígado) u otra enfermedad hepática.
Además, no hay que olvidar que el alcohol tiene calorías (1 g de alcohol = 7 kcal) por lo que su consumo también se desaconseja en casos de sobrepeso u obesidad.
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