Estefanía Sánchez Ramos

15 años, estudiante 3º ESO

A Estefanía su madre la llevó con un añito al médico, para ver si tenía colesterol. Y no era para menos: su madre, Paula, su tío y sus tres tías tienen hipercolesterolemia familiar. Los cinco hermanos lo descubrieron a principios de los 80, cuando su padre tuvo una angina de pecho. Murió de un infarto a los 40 años. Así que Paula empezó a medicarse, como sus hermanos. Y en cuanto nacieron sus hijas, todas a analizarse. “Las dos mayores, Estefanía y Paula, tienen el colesterol alto, sobre 370. La pequeña, Patricia, no”, explica. Estefanía toma resinas desde hace un año y medio y cuida su alimentación. “No tomo ni bollos ni grasa ni nada. Galletas sin colesterol y eso”, nos dice desde el parque de atracciones vía móvil. ¿Te miran raro tus amigos? “No, estoy acostumbrada desde pequeña. La carne no me gusta mucho y la cambio por pescado”, añade. ¿Tienes miedo? “No, intento cuidarme para no tener problemas de infartos y esas cosas de mayor, pero miedo no tengo”. Eso sí, confiesa que a veces se le olvida tomar la resina. Pero en la comida “no hace trampas”.