Contaminación del aire, falta de espacios verdes y ruido se asocian a un mayor riesgo de infarto de miocardio
Las tres exposiciones ambientales: contaminación del aire, ruido del tráfico rodado y falta de espacios verdes cerca del hogar se asocian de forma independiente con el riesgo de presentar un infarto de miocardio (IM). Estos resultados se derivan de un estudio poblacional realizado en Dinamarca.
Se analizó una cohorte de todos los daneses de 50 años o más (cerca de 2 millones) en el período del 2005 a 2017. Durante un tiempo de cinco años, se estimó la exposición promedio a partículas finas < 2,5 μm (PM2.5), partículas ultra finas, carbono elemental, dióxido de nitrógeno (NO2) y ruido del tráfico rodado en las fachadas de las viviendas de residencia. Se analizó el espacio verde alrededor de las residencias. Todas las exposiciones se asociaron de forma independiente con un mayor riesgo de IM.
Las estimaciones de riesgo de contaminación del aire, ruido y falta de espacios verdes fueron similares, lo que indica que todas pueden ser objetivos igualmente relevantes para realizar medidas regulatorias encaminadas a un mejor control de estos factores nocivos.
La mala salud cardiovascular se ha asociado con la falta de espacios verdes, la contaminación del aire y el ruido. La Agencia Europea de Medio Ambiente ha destacado estos dos últimos factores como las exposiciones ambientales responsables de la mayoría de los efectos negativos para la salud en la Unión Europea. Una proporción grande y en rápido aumento de la población mundial vive en entornos urbanos con elevados niveles de estos factores, lo que lleva a un mayor riesgo de enfermedad cardiovascular.
La contaminación del aire es una mezcla compleja de sustancias de muchas fuentes que pueden causar estrés oxidativo, inflamación local y sistémica, aumento de la actividad plaquetaria y formación acelerada de placas de ateroesclerosis. La contaminación del aire es una de las principales causas de enfermedades cardiovasculares tanto en los países desarrollados como en los países en desarrollo.
Cada vez hay más pruebas que relacionan el ruido con las enfermedades cardiometabólicas, incluido el infarto de miocardio. Los mecanismos propuestos que hacen que el ruido produzca una enfermedad cardiovascular incluyen la activación inducida por el estrés del eje hipotalámico-suprarrenal y los trastornos del sueño.
Los espacios verdes, es decir, las áreas cubiertas de vegetación, se han asociado con una mejor salud cardiovascular y un riesgo reducido de infarto de miocardio. Las vías causales propuestas incluían la promoción de la actividad física y la reducción del estrés. Además, la presencia de espacios verdes se asocia con menos fuentes de ruido y contaminación del aire, y las áreas boscosas pueden filtrar y limitar el ruido y la contaminación del aire.
Por tanto, la creación de espacios verdes cerca de los hogares y una adecuada regulación del ruido del tráfico y la contaminación del aire pueden mejorar la salud y la calidad de vida de las personas, además de conseguir ciudades más habitables.
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