Consumo de refrescos y obesidad en niños y adolescentes

El consumo de refrescos se asocia con el aumento de peso en niños, pero hasta ahora no conocíamos tanto esa relación entre los adolescentes. Un estudio reciente realizado en 107 países ha demostrado que el consumo diario de refrescos se asoció con un aumento de sobrepeso y obesidad entre estudiantes adolescentes. Estos resultados, junto con otras evidencias, sugieren que la reducción del consumo de refrescos y azucares debería ser una prioridad en la lucha contra el sobrepeso y la obesidad tanto en niños como en adolescentes.

Un refresco se refiere a las bebidas carbonatadas que normalmente contienen azúcar, incluidas, entre otras, marcas como Coca-Cola y Pepsi, así como bebidas carbonatadas sin marca con azúcar, según el contexto específico del país.

El estudio se realizó en 107 países, de los que 65 eran de ingresos bajos y medios, y 42 eran países y regiones de ingresos altos, con un total de 405.528 adolescentes en edad escolar y una edad media de 14 años. Se analizó el consumo diario de refrescos (consumir refrescos 1 o más veces al día o no). Y se observó una correlación positiva entre el consumo diario de refrescos y la prevalencia de sobrepeso y obesidad.

El impuesto a los refrescos se ha aplicado en más de 50 países de todo el mundo para abordar los crecientes problemas de obesidad. En la actualidad, se ha demostrado que los países con ingresos altos tenían más probabilidades de aplicar impuestos a los refrescos que los países de ingresos bajos y medios (42,9% frente a 21,5%). Además, en los países con impuestos a los refrescos, la prevalencia del consumo diario de refrescos entre los adolescentes era menor que en los países sin esos impuestos. Estos resultados sugieren que los gobiernos deberían adoptar medidas como la imposición de impuestos a los mencionados refrescos para reducir el consumo de estos o reducir la cantidad de azúcar que estos contienen, con el fin de ayudar a frenar el rápido aumento de la obesidad. También son necesarias otras estrategias, como la reducción de la ingesta de grasas saturadas y calorías y el aumento de la actividad física, para reducir eficazmente la carga de la obesidad en la población.

El elevado consumo de azúcar en la infancia aumenta el riesgo de diabetes

Una dieta rica en azúcar en los dos primeros años de vida de un niño está relacionada con un mayor riesgo de diabetes y presión arterial alta en la edad adulta. Un análisis del racionamiento de azúcar en la década de 1950 en el Reino Unido mostró que la cantidad de azúcar que consumía un niño después de cumplir los seis meses tenía el mayor efecto sobre el riesgo de diabetes. Los resultados no significan necesariamente que los padres deban eliminar todos los azúcares agregados, dice el economista y coautor Tadeja Gračner. Sin embargo, podría haber margen para reducirlos: en los Estados Unidos, los lactantes suelen tomar más de tres veces la cantidad recomendada.

Fuente; JAMA Network Open. doi:10.1001/jamanetworkopen.2023.25158. Nature 2024