Cerezas: buenas, saludables y con pocas calorías

Esta semana nuestro menú saludable comienza con una refrescante ensalada de arroz. El arroz nos aporta principalmente hidratos de carbono complejos (fundamentalmente almidón) además de proteínas vegetales, minerales y vitaminas, principalmente tiamina, riboflavina y niacina. Sin embargo en el arroz blanco, que ha sido refinado y pulido, se pierden hasta el 50% de los minerales y el 85 % de las vitaminas, por lo que para beneficiarnos de estos nutrientes, es muy recomendable tomar el arroz en su versión integral.

Para continuar con una fuente de proteína animal proponemos conejo guisado al vino tinto. Se sabe que el conejo es una carne de elección en una dieta baja en grasas saturadas y se recomienda para todas las edades, ya que además de nutritiva y saludable es muy fácil de digerir. Esta vez hemos elegido una magnífica receta en la que las especias y el vino tinto nos aportarán mucho sabor al plato. No hay que preocuparse por el alcohol que contiene el vino, con las temperaturas que se alcanzan en la cocción tardará muy pocos minutos en evaporarse por completo.

Para terminar tenemos una macedonia con frutas de temporada en la que las cerezas son las grandes protagonistas, estas frutas aportan  a nuestro organismo gran cantidad de vitaminas y antioxidantes y sin embargo muy pocas calorías por lo que no deben faltar en una dieta saludable.

Ensalada de arroz
Ingredientes para 4 personas:
200g de arroz, 4 tomates, ½ cebolla, 100g de judías verdes, 50g de guisantes, 1 cucharada de aceite de oliva virgen, perejil fresco.
Preparación:
Cocer el arroz con agua y sal. Escurrir cuando esté en su punto, enjuagar y dejar enfriar. Picar el tomate y la cebolla y reservar. Cocer las judías verdes y los guisantes por separado. Mezclar todos los ingredientes y aliñar con aceite de oliva virgen y perejil fresco recién picado. Enfriar 5 ó 10 minutos en la nevera y servir.

Conejo guisado al vino tinto
Ingredientes para 4 personas:
1 conejo (1-1’5kg), 1 cebolla, ½ puerro, 1 zanahoria, 1 tomate, 2 dientes de ajo, 200 ml de vino tinto, tomillo fresco, sal, pimienta blanca, 5 cucharadas de aceite de oliva y perejil fresco.
Preparación:
Trocear y salpimentar el conejo. Calentar en una olla unas 3 cucharadas de aceite de oliva, añadir el conejo y dorarlo. Añadir todas las verduras, excepto ½ cebolla y el tomate, bien picadas junto con el conejo. Cuando estén pochadas, añadir el tomate troceado y el tomillo fresco. Rehogar durante 2 minutos y agregar el vino tinto, dejar cocer a fuego fuerte dos minutos. Tapar la olla, bajar el fuego y dejar cocinar 15 minutos más. Retirar el conejo, triturar la salsa y pasarla por un chino. Reservar. Lavar la olla, añadir la otra ½ cebolla muy picada junto con unas 2 cucharadas de aceite de oliva. Pochar la cebolla hasta que esté transparente y ligeramente dorada. Agregar entonces el conejo y los jugos colados y dejar reducir hasta conseguir una textura de salsa, a fuego bajo.

Macedonia de frutas
Ingredientes para 4 personas:
250 g de cerezas, 2 kiwis y 2 melocotones
Preparación:
Lavar las cerezas, deshuesar y trocear dejando 4 para decorar. Pelar los kiwis y naranjas y trocear. Mezclar y servir en copas individuales cada una adornada con una cereza entera.

Valor nutricional total del menú (por ración)
Energía: 670 kcal
Proteínas: 33 g  (19,7%)
Hidratos de carbono: 85 g. (50,7%)
Grasas totales: 22 g. (29,6%)
Saturados: 4 g. (5,3%)
Monoinsaturados: 12 g. (16,1%)
Poliinsaturados: 3 g. (4%)
Colesterol: 53 mg
Fibra: 9 g.
Sodio: 125mg.
Comida tipo de un día, planificada para una dieta de 2.000 kcal, con una distribución de principios inmediatos equilibrada, un aporte graso principalmente de origen monoinsaturado y un contenido alto en fibra y bajo en grasas saturadas, sodio y colesterol. Esta comida incluye 30 g de pan blanco (una pulga).

Cerezas: Buenas, saludables y con pocas calorías.

En esta época del año podemos encontrar una inmensa variedad de frutas en los mercados y sin lugar a dudas la cereza tiene un papel protagonista. Su intenso sabor dulce la ha llevado a ser considerada  una fruta muy calórica y a ser evitada en determinadas dietas, sin embargo, nada más lejos de la realidad. A continuación veremos algunas de las muchas razones por las que no debemos dudar a la hora de disfrutar de un buen puñado de cerezas.

Dulces al paladar y sin embargo, bajas en calorías

El contenido en fructosa (principal azúcar de las frutas) que tienen las cerezas y por lo tanto en calorías, no supera al del resto de las frutas que siempre han sido consideradas el paradigma de lo saludable (manzanas, peras, kiwis, naranjas, mandarinas etc.) Unas 10 cerezas (50 gramos) aportan tan solo alrededor de 25 calorías.

Potasio para hipertensos

El potasio es un mineral fundamental para mantener el equilibrio de sodio en nuestro organismo.  Además, el tratamiento con  diuréticos, habituales en personas hipertensas, puede provocar una mayor eliminación de potasio por la orina. Para compensar las pérdidas, debemos tener una ingesta adecuada de este importante mineral. Las cerezas son una de las frutas que más potasio contienen.

Ácido fólico para el embarazo

Las cerezas tienen un elevado contenido en ácido fólico: un buen puñado de unas 30 cerezas proporciona unos 50 microgramos de esta vitamina, (el 10% de la cantidad diaria recomendada durante la gestación). Un buen batido de cerezas, fresas y zumo de naranja puede triplicar ese contenido y convertirse además en un refrescante y multivitamínico aperitivo.

Antioxidantes para la piel

El color rojo intenso de las cerezas, viene dado por unos compuestos antioxidantes muy beneficiosos para mantener la salud de nuestra piel, y para prevenirla de los efectos nocivos de la exposición al sol en estos meses de verano.