Carmen Sáez Toledo

59 años

Hace 25 años me dijeron que tenía más de 500 de colesterol: “está usted muy delgada, es imposible”, le dijo el médico. Carmen empezó un peregrinaje de cardiólogos e internistas y a pesar de dieta y medicación nunca logró reducirlo de 380. “No me dolía nada y me sentía bien”, comenta. Pero en el año 96 fue por primera vez al quirófano: un bypass en la aorta y en las dos femorales.

Empieza a tratarse en una unidad de lípidos. Y logran bajarle el colesterol, aunque no se libra de dos intervenciones más en 1998: una en las carótidas y un bypass coronario. Desde entonces no ha vuelto al quirófano y ahora está en 220 de colesterol gracias a un triple tratamiento: estatinas, resinas y fibratos. Carmen no tiene hijos y en su familia nadie ha tenido colesterol, así que se ha detectado su HF gracias al diagnostico genético, detectándose una grave mutación. “Mi salvación ha sido estar controlada”, comenta Carmen empeñada en bajar más su colesterol para no volver al quirófano. Espero que los medicamentos actualmente en estudio ayuden a controlar completamente mi colesterol.