Características del infarto de miocardio en la mujer

El riesgo de muerte en la mujer después de presentar un infarto de miocardio sigue siendo mayor que en el hombre, posiblemente debido a la menor utilización de recursos diagnósticos y terapéuticos en la mujer que en los hombres. Pero en las mujeres muchas veces predominan otros síntomas como dificultad respiratoria, fatiga o sensación de indigestión.

Los números evidencian que la enfermedad cardiovascular es uno de los mayores peligros para la salud femenina. Una de cada cinco mujeres en Europa fallece a causa de enfermedades cardiovasculares. Y concretamente en España, la enfermedad coronaria como el infarto de miocardio es la principal causa de muerte entre las mujeres.

Según la Sociedad Española de Cardiología, tras un primer infarto agudo de miocardio la mortalidad es un 20% mayor en el colectivo femenino. De hecho, mueren más mujeres que hombres por eventos cardiacos en nuestro país, y así lo ha mostrado el Instituto Nacional de Estadística: según sus últimos datos, la mujer fallece de enfermedad cardiovascular un 6% más que el hombre. Sin embargo, el tópico de que son los hombres los más afectados por infartos y otros accidentes cardiovasculares está muy presente en nuestra sociedad, y es una de las causas de que las mujeres vigilen menos su salud cardiaca.

La creencia de que las enfermedades coronarias son un asunto masculino se debe a muchos factores, entre ellos a que antes de la menopausia las mujeres están parcialmente protegidas por los estrógenos fisiológicos. Ese dato es cierto pero tras la menopausia los niveles de colesterol y la tensión arterial tienden a alterarse y el riesgo de enfermedad coronaria aumenta. Otra dificultad añadida es que los síntomas de eventos cardiovasculares como el infarto de miocardio con dolor en el pecho de inicio súbito y opresivo y que frecuentemente se irradia a brazos a cuello, acompañado de sudoración, náuseas o vómitos no siempre se dan en la mujer.

En su caso, los síntomas pueden reducirse a cansancio, falta de aire, sensación de indigestión, malestar general, dolor de espalda o mandíbula. Y una mala interpretación de esos síntomas hace que las mujeres suelen llegar más tarde al hospital, reciben menos tratamientos de angioplastia o re-perfusión y menos cirugía de revascularización coronaria que los hombres, así como menos esfuerzos en la prevención y en el tratamiento después del alta. Los tratamientos farmacológicos y los indicados en prevención secundaria son también los mismos, pero siguen siendo infrautilizados en la población femenina.

En cuanto a los factores de riesgo cardiovascular es muy preocupante el aumento del tabaquismo en las mujeres menores de 55 años. También la hipertensión arterial y la elevación del colesterol-LDL (colesterol malo), son predictores de muerte cardiaca sobre todo en mujeres < 65 años. Otro problema muy importante en las mujeres es el aumento progresivo de la obesidad y su asociación con la diabetes.

En resumen, las manifestaciones físicas más comunes del infarto en la mujer son las siguientes:

  • Fatiga inusual. Dificultad respiratoria. Sudor frío. Dolor epigástrico (en la parte media superior del abdomen) o sensación de indigestión.
  • Los días previos con frecuencia se sufre insomnio, ansiedad o debilidad.
  • Si aparece dolor torácico es menos específico que en el hombre.

De ahí la importancia de que la mujer conozca cómo puede manifestarse un infarto, vigile su salud cardiovascular y establezca una rutina de hábitos cardiosaludables como abandonar el tabaco si es fumadora, controlar el colesterol y la tensión arterial y realizar una dieta saludable, además de realizar ejercicio físico diario como caminar al menos media hora a paso vigoroso.

 

Fuente: Sociedad Española de Cardiología, Fundación Hipercolesterolemia Familiar y Documento Científico de la American Heart Association. Circulation 2016